lunes, 20 de febrero de 2012

Nos vemos bajo la luna (Con Laura Iguardia de Guatemala).


Porque no se puede amar si no se ha odiado, no puede haber paz si no hay guerra. Cuando el mundo estaba siendo devastado por la guerra, en un mundo donde el el fascismo quizo destruír a la humanidad, el amor logró ser mayor que el odio. Un oficial de la SS vencido por la belleza inexplicable de una judía polaca, para recordarle al mundo que no todo en la guerra fue muerte, para recordarle a la muerte que el amor fue vida en los tiempos de guerra.

Frederick Hackett: Hola amor, ¿que tal estas?, aunque te ves bien, lo noto… demás no esta preguntar. Por favor contesta, ¿que tal tu día va?

Ana Liese: No puedo pedirle más al cielo, no quiero exigirle nada más a la vida, si estoy bien es solo porque tu estas a mi lado.

Frederick Hackett : Vamos mujer, decir eso debería ser pecado porque…aquí por tenerte…yo soy el afortunado. Agregare un ‘soy el hombre más feliz a tu lado’. Y perdón si te molesto, pero otra vino a mi mente: ¿Por qué solo quiero que seas tu, mi pasado, mi futuro incierto y mi hermoso presente. Es acaso que solo vivo para amarte y para tenerte?.

Ana Liese: Si nuestro amor es un pecado que me encadenen eternamente, que tu aliento sea mi palpitar, que tus besos sean mi alimento, que movamos mar y tierra para estar juntos, que retemos al infierno para amarnos.

Frederick Hackett: Retar al infierno sera poco, yo por ti del cielo bajo a los ángeles, y al mismo Dios lo vuelvo un hombre como nosotros. Por amarte, te lo juro que si hago ‘todo’ es ‘poco’, porque me has demostrado que vales la pena, el hambre, el sacrificio y mi tiempo, por ti me vuelvo esclavo del destino, escribo nuestra historia a la eternidad y permanezco siempre vivo, para no perderme de ti ni un solo respiro.

Ana Liese: Amor para nosotros todo esto es perfecto, tus labios complementan mi sangre, tus ojos complementan mis razones de existir pero es que no te das cuenta de lo que todo esto significa, no quieres ver en todo lo que nos hemos metido, no has notado que nos hemos enamorado, realmente esto no era lo esperado…

Frederick Hackett: No lo sabía amada mía, y si lo sé…. prefiero ignorarlo, aquí hay amor, lo sabemos, aunque tu lo has dicho: ‘esto no era lo esperado’. Que quieres hacer, que pretendes, dejar esto a un lado. Recuerda que darle razón a nuestro amor, solo nos llevara a aniquilarlo.

Ana Liese: Creo que me he vuelto demente, realmente he perdido la cabeza o es acaso el corazón lo que he perdido, acaso has sido tu el que se lo ha llevado. Míranos aquí bajo esta luz plateada, bajo esta Luna que se hace testigo de este amor clandestino, que calla ante nuestras miradas, que espera robar nuestros suspiros para enamorar a quienes la admiran.

Frederick Hackett: Entonces, diré que si por el amor he perdido la razón, por ti estoy loco. La luna sera testigo de este romance que callamos, pero que gritan y que tienen huella de nuestros besos…cada calle en la que nos amamos, cada rincón de esta ciudad en la que nos besamos, cada esquina donde la obscuridad nos abrazo, para luego por nuestros infinito cariño vernos iluminados. No perdamos tiempo, lleguemos hasta la ultima instancia por este amor que nos juramos aquella noche como esta, cuando por vez primera nos besamos.

Ana Liese: Mirate, mirame. Crees que todo esto tiene futuro. Piensas que todo esto tiene algún rumbo. Pero dime, qué sentido tiene continuarlo, porque seguir algo que no tiene razón. Pasaría la eternidad contigo, pero esto no es la eternidad, esto no es un mundo hecho para estar juntos. Daría mi vida por ti pero cuál sería el sentido. ¿Ganaría el amor? O quizá ganaría el destino. Que caso tiene continuar una eternidad juntos si la vida nos separa. Amarte duele.

Frederick Hackett: ¿Dolor?, eso no existe si hablamos de amor, muchos menos la ‘razón’, escuchate tu, tirar el futuro por una duda, mirate tu, con miedo por nuestra mala fortuna. El amor siempre gana, tarde o temprano corazón vamos a ganar esta terrible cuartada, o será a caso que…¿no me amas?.

Ana Liese: Que el cielo me aplaste y me perforen el alma sus estrellas si me atrevo a mentir y decirte que no siento nada por ti. Es que todo esto me acorrala. Siento que corro hacía un abismo, que vamos de la mano por un camino desconocido como dos ciegos queriendo entender los colores del arco iris. ¿Qué será de esto? Cómo podríamos amarnos, si el amor es libertad y el mundo nos tiene aprisionados.

Frederick Hackett: Aprisionados, porque queremos así estar mujer. Si he dudado de tu amor, es porque tu voluntad no me da otra cosa que entender. Tus palabras me ilusionan, tus besos me atrapan, pero tus acciones me desploman, me desploman de donde alto me has hecho volar. Solo tu puedes dar fin a esta puesta en escena, solo tu puedes hacer que nuestra novela no termine con la muerte de un amor cualquiera, solo tu puedes hacer que crea en la vida misma, solo tu puedes hacer que este amor a la eternidad trascienda. Solo basta que lo quieras.

Ana Liese: Si Shakespear asesino a Romeo y a Julieta dime tu quién es el autor de nuestra novela que pretende que estemos juntos, que nos amemos descontroladamente, que no razonemos. Qué me impulsa a querer verte bajo la Luna cada noche, qué me alienta a que te vuelvas mi necesidad, qué fuerte grita mi corazón y que salvaje me desgarra mi mente y qué es lo que me hace vivir por ti y para ti estos días. Mirando por la ventana me acuso por ser feliz, me culpo por disfrutar la vida y por ver tanta desgracia en los demás. Eres mi salvador o acaso quieres robarte mi alma, mi corazón y dejarme viviendo sin amor.

Frederick Hackett: El autor de esta novela, el destino. Los actores, nosotros. La trama: Vivir siempre contigo. Si matar tus malos ratos es delito, que me sentencien a muerte por hacerte feliz. Un criminal como yo no solo quiere tu amor, tu corazón o tus momentos. Yo quiero robar en ti hasta el ultimo rincón de tus recuerdos, quiero ultrajar cada parte de tristeza en ti, para luego llenar esos huecos con todos aquellos besos que aún tengo para ti. Si de delitos hablamos, tu atentas contra mi salud mental, solo pienso en ti, solo hablo de ti, y créeme que por ti…si me atrevo a matar.

Ana Liese: Calla, no digas más. Tus palabras se han vuelto necesidad, necesidad como la droga, como la droga que recorre tus venas y envenena. Eres tu mi veneno, eres letal para mi corazón. Amor, te amo y te necesito y me duele nuestro amor y me he vuelto adicta al sufrimiento y nos hundimos en el infierno y lo volvimos nuestro cielo. Hay momentos en los que te vuelves mi luz y no quiero nada más, me haces olvidar en donde estamos y de repente es como si me tomaran de nuestro mundo y me regresaran a la realidad. Y me pierdo y no sé en que lugar estar, no sé si amarte o necesitarte. No sé si es bueno o no es conveniente. Y no sé nada. Y solo esta mi mano junto a la tuya, mi labio junto al tuyo…

Frederick Hackett: Callar, eso deberíamos hacer justo ahora. Que nuestros corazones griten, que nuestros labios besándose sean la única nota que se componga en este silencio. Que el llanto del destino frustrado se escuche a lo lejos, que nuestras almas de alegría griten ‘Lo hemos logrado’. Que nuestras manos escriban nuestra historia en un manto sagrado, que solo el sonido de tu corazón sea mi cántico alabado, que nuestro cuento sea el único contado, que nuestra leyenda trascienda más allá de lo pensado. Que ‘siempre’, sea una medida corta para el tiempo que quiero pasar a tu lado. Así, callados, que nadie interrumpa este momento tan esperado.

Ana Liese: Pues besame ahora y haz que pare mi corazón, haz que paren mis pensamientos, haz que deje de existir lo que conozco como universo y convierte la noche en un reflejo eterno, en un relato largo, en un momento inmenso. Que nuestros cuerpos rosen con el viento, que nuestras bocas callen y que hablen los sentimientos. Pero besame rápido, hazlo pronto. No lo dudes, no te tardes, no retrocedas ni te detengas. Que los segundos se vuelvan años y que nuestras almas se vuelvan una. Aunque he de marcharme, he de volver a donde me esperan. Pero no me olvides, no me mientas, porque anhelo la llegada de la próxima noche, para volver a ver tu rostro bajo la luz plateada.

Llego Abril y con ello el fin del tormento y un final no esperado…

Ana Liese: Después de muchas noches como esa llego un momento que esperábamos y que pensamos que nunca llegaría, el fin de la guerra. Llego el fin. El fin del campo, el fin de los sufrimientos, el fin del hambre… el fin de lo nuestro. No sé que hacer ahora, te habías vuelto mi vida. Dicen que debo regresar a mi hogar pero hogar es estar contigo. Seguiremos siendo nosotros. Finaliza la guerra y me encuentro vencida por la paz, la paz que se vuelve mi enemiga al alejarme de ti. Sobreviví por amor, moriría sin ti. Nos burlamos del destino, a la muerte le sonreímos y estoy dispuesta a iniciar una tercer guerra solo para poder volver a ver tu sonrisa bajo la luz plateada. No me dejes, no me olvides, no me sueltes, solo bésame el alma y juremos la eternidad.

Frederick Hackett: Es hora del adiós, es hora del… ‘Quizás no volverás’, te amo, no puedo decir más.


Escrito por: Laura Iguardia(Guatemala) y Mariano Torres(México).

miércoles, 15 de febrero de 2012

SER...

Ser agua entre cientos de desiertos, ser amor en estos tiempos.
Ser luz, donde solo hay sombras. 
Ser esperanza, donde solo hay sufrimiento. 
Ser poesía en movimiento, ser tu mismo, sin miedo. 


Ser lo quieras ser, solo serlo. Ser sueños, ser hechos.
Ser amistad, ser el recuerdo de una buen amigo, ser un momento, ser el instante más bello.
Ser esa gota de lluvia de en el cielo, ser la vida que tiene la tierra en el suelo.
Ser gigantescas montañas y tocar el paraíso con verdes colinas empinadas. 


Ser esa canción que alegra los corazones, ser el ritmo en la vida de los simples peatones. 
Ser el auto que se aleja con un familia, ser ese 'te veo pronto' con simpatía.
Ser la alegría que se dona en el hospital, ser esa poca de vida que acaba de llegar.
Ser el cambio que queremos lograr, ser la primera piedra en tirar.


Ser ese beso en los enamorados, ser la promesa eterna en los casados, ser amor en los abandonados.
Ser la carta que llega de lejos, ser el brillo de los ojos de una persona que puede leer mis versos.
Ser los minutos del universo, ser el motivo para un escribir un verso.
Ser la nota del aprobado, ser el ' lo intentare de nuevo' del reprobado. Ser un buen conocimiento ganado.


Ser el orgullo de tu familia, ser ejemplo de una madre que comparte los logros de su hijo con una amiga.
Ser la contracorriente de la tristeza, ser el negativo de la pobreza, ser el avance de una indigencia. 
Ser una buena noticia en la prensa, ser la inspiración de un país que quiere un héroe, no una novela. 
Ser el amor de dos almas gemelas, ser el cariño de dos novios que se besan.


Ser comida para quien más hambre tenga, ser el fin de una guerra. 
Ser todas las cosas buenas, ser un grano de arena en la tierra.
Ser esa persona que sea bien recordada, ser la constancia de la meta alcanzada.
Ser un poeta, ser un músico, ser un deportista, ser una ingeniera, ser abogada, ser alguien, ser quien ser,
ser el mejor en lo que haces, ser el consejo que te dio tu padre.


Hoy elegí ser una buena idea, ser un escrito, ser un buen mensaje para la gente que lo quiera.
Mañana seguiré siendo lo que elegí hoy, hoy soy lo que elegí ayer, dime...¿Tu que quieres ser?. 


-Mariano Torres.